El día que escribo estas líneas me veo sepultado por noticias relacionadas con la llamada “violencia de género”: un sinfín de crímenes “pasionales” en los que las víctimas son mujeres que han decidido romper con sus parejas. Una joven apuñalada en un parque madrileño, un celoso Romeo que pone fin a su vida y a la de su “amor” imposible, la evidencia de que tan sólo en Galicia hay más de 155.000 víctimas de la “violencia doméstica”...
domingo, 31 de agosto de 2008
LA FURIA MASCULINA (Enrique De Vicente)
El día que escribo estas líneas me veo sepultado por noticias relacionadas con la llamada “violencia de género”: un sinfín de crímenes “pasionales” en los que las víctimas son mujeres que han decidido romper con sus parejas. Una joven apuñalada en un parque madrileño, un celoso Romeo que pone fin a su vida y a la de su “amor” imposible, la evidencia de que tan sólo en Galicia hay más de 155.000 víctimas de la “violencia doméstica”...
sábado, 30 de agosto de 2008
GRATITUD A JOSÉ DE LEÓN, FILÓLOGO
COSAS LINDAS QUE ME ESCRIBIÓ EL AUTOR DE UN CUENTO LLAMADO "MARÍA TAQUITO", atormentado perfeccionista. Besos!
Hola, Leiby:
Vaya mi sincera admiración por tus relatos tan inmersos en poética
ternura. Como los cuentos de Alicia..., y otros, nos llenan de emoción
estética. Trascienden la infancia, y son atemporales. Gracias por la íntima
felicidad que nos proporcionas con tus textos. (Dispensa el tuteo, pero es
que te siento con la ternura que provocan, por ejemplo, la sana risa y
travesuras infantiles). Cuidado, sí, con ciertos gerundios, y puntuaciones
después y antes de signos de interrogación. Con cariñoso fervor: (Es verdad, tomo nota. Lei)
José de León (Santo Domingo/New York).
Postdata: Creo que las alhajitas de Leiby se encuentran en esta dirección: http://montesecreto.blogspot.com/ De no ser así, que Pedro
Ant. Valdez nos ilustre, pues fue él quien nos recomendó certeramente a la
orfebre que nos ocupa. ¿Quieren disfrutar de un momento de dicha? Impriman
estos cuentecitos y leánlos. Miren el nombre: "secreto de monte",
¿se puede decir más? Sí, lean las susodichas joyitas para que vean.
SECRETO MONTE |
LA LEYENDA DEL SOL Y LA NOCHE, por Leibi Ng
Hacía ya muchos años que el Sol besaba a la Montaña.
Con su resplandor la acariciaba de la cúspide a la falda.
Marrón, amarilla o negra en sus extensas laderas, ella siempre dabahijos verdes: ornamentales o de suaves frutos.
El Sol enamorado le trajo un día a Arco iris
y abrillantó el espacio infinito de azul.
Con jirones de nubes hizo un collar muy blanco
que ella movió coqueta alrededor de su garganta de piedra.
Claro y diáfano, duraba el Día para siempre.
En cierta ocasión, Sol se vió obligado a separarse de Montaña.
Fue cuando descubrió en un acantilado, una caverna cubierta de espesa vegetación.
Helechos gigantes, hiedras y enredaderas formaban una tupida puerta que ni el más valiente rayo podría traspasar.
Sol se puso frío de preocupación.
Él que era el centro del universo, no podía permitir que una simple cueva escapara de su luz.
Radiante, esplendoroso, reunió toda la energía de su potente luz.
Primero envió Rayos Tibios de la Alborada.
Ágilmente lucharon contra Rocío y Escarcha hasta evaporarlos en un débil rastro de humo gris.
La cuevapermaneció cerrada y sin luz.
Después llegaron raudos Rayos de Media Mañana. Lucharon con todo su calor,
pero no pudieron pasar de las enredaderas.
Finalmente descendieron Rayos de Pleno Mediodía.
Ardientes, verticales; quemaron piedras y marchitaron hiedras,
pero la cueva se mantuvo cerrada y sin luz.
suelta y juguetona dio muchísimas vueltas antes de regresar a su mullida casa de algodón.
Por horas, Viento y Lluvia azotaron a Montaña.
Quebraron cedros,robles, ébanos y caobos,
sin contar limoncillos, aguacates y un manaclar sin dueño.
Los pinos destrozados cubrieron grandes zonas,
pero la cuevapermaneció cerrada y sin luz.
Cuando Viento y Lluvia se marcharon vencidos,
hilos de plata descendieron incontenibles:
Montaña lloraba sus árboles caídos.
Tras el susurro de riachuelos, una mujer de sombras,
con piel hechade sueños y transparentes pies,
con larga cabelleza a modo de mantón sobre el cuerpo desnudo,
salió de la caverna.
Un grito agudo, como de ave triunfante salió de su garganta.
Calor, Lluvia y Viento había vencido,
¿dónde estaba ese Sol arrogante?
Sol regresó en ese mismo instante.
Clavó en la extraña sus pupilas de fuego.
Sin poder soportarlo, ella corrió a ocultarse,
pero sus pies de agua se le voltearon presos de las raíces brotadas.
Un grito de dolor se escuchó en el silencio y Viento lo bautizó "jupido".
Ella cubrió sus pies distintos con la melena descomunal.
Perdida elevó altiva su mirada de orgullo.
Desafiante clavó en el astro sus pupilas de abismo.
Valiente, Sol enfrentó aquella ira por él desconocida,
pero lanzas de hielo penetraron su cuerpo candente;
enigmas y misterios, preguntas sin respuestas le hirieron
brutalmente el cuerpo hecho de luz.
Fue en ese momento que escaparon unidos los colores del mundo
azul, rojo, amarillo...
dejaron el espacio a uno solo más fuerte que creció incontenible amenazando a Sol.
Entonces Montaña se removió temblando desde la tierra llana, retorciendo su cumbre.
Todos los hijos verdes se estremecieron juntos y desencadenaron un poderoso alud.
Entre lluvia de piedras y sacrificio de árboles
Sol se recuperó.
Cegada para siempre, Ciguapa tambaleaba.
Sus pies volteados negáronle equilibrio.
Y ahora que no podía darle a nadie la espalda,
si entraba o si salía del refugio de piedra fue de vida o de muerte...
Cayó precipitada y su larga melena brillante de betún
iba cubriendo todo con su oscuro misterio:
los árboles, las peñas, los ríos y sus orillas,
bohíos y corrales, valles, pueblos y riscos...
La Noche había nacido para oponerse al Sol.
Desde entonces, la claridad termina después de doce horas de cálido esplendor.
El Sol besa a la Montaña. La rodea de Arco iris, de un infinito azul,
después se va prudente dando paso a esta Noche que oscura y silenciosa hace brillar estrellas
en su enorme melena de apagado carbón.
Cuentan, yo no lo he visto, que a veces, en luna llena, Montaña se apiada de Noche Serena.
La deja entrar con la tristeza prendida en su melena...
dicen que va derecho hasta el charco de plata que hay en su antigua cueva
y con polvo de estrellas se lava sus dos pies.
©Leibi Ng
LA TRENZA MISTERIOSA
Todavía quedaban puñados de oscuridad cuando José se asomó a la puerta del bohío. Como cada día madrugaba. En el interior del rancho, Idalia, su mujer, afanaba con los carbones, la cuaba y el anafe. Tan pronto como lo prendió, le puso un "biombo" de lata para dirigir el humo recto hacia el centro del alba.
EL SUEÑO DE MECHO por Leibi Ng
LOS PIES, EL MITO Y EL OFICIO
El Dr. Oscar Holguín-Veras Tabar, tuvo la idea de aglutinar a los escritores de literatura infantil dominicanos. Confieso que nunca me sentí escritora porque tengo un concepto muy alto del oficio y no se me ocurría comparme con Juan Bosch o Virgilio Día Grullón. De ser escritora, yo quisiera ser como Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga, Hermann Hesse, Hilma Contreras, Michael Ende, José Asunción Silva, Cesare Pavese y, sí, algunos que se han suicidado. Creo que este asunto es muy difícil y hay mucho del emocional involucrado para andarse con técnicas y mecanicismos. A mí eso no me gusta. No en valde me gusta la ficción y no en valde no avanzo mucho. Tengo miedo de mecanizarme, de dominar la técnica y olvidar el alma.
DE UN MODO U OTRO, estaba ligada a la redacción. Al grupo literario llegó el suplemento COLOQUIO #30, del 28 de octubre de 1989, titulado "La Ciguapa: Mito y Literatura". Como subtítulo ponía: "Coloquio con Mora Serrano". Este suplemento se convirtió en herramienta de trabajo. Tenía ilustraciones de la reconocida grabadista argentina Graciela Azcárate, gran periodista también, y el diseño de nuestra Lorelay Carrón, hoy premio Nacional de Literatura Infantil Dominicana. En él se recopilaban los escritos de autores de renombre como el Dr. Marcio Veloz Maggiolo, Profesor Juan Bosch, Dr. Joaquín Balaguer, Dr. Cayo Claudio Espinal... la dirección era del Dr. Bruno Rosario Candelier, quien dio mucho aliento a los escritores de nuestro grupo. La tarea fue utilizar el tema de la ciguapa. Fue un experimento interesante. Un grupo de escritores al servicio de una idea.
¿POR QUÉ ELEGIMOS LA CIGUAPA? Porque la reconocimos como "la auténtica leyenda dominicana". Algo digno de ser difundido. Asumimos el mandato del Dr. Manuel Mora Serrano de quererla y promocionarla. Era el año 1993. Cada uno de nosotros empezó a trabajar su ciguapa personal. Al cabo del tiempo, cada quien debería entregar un cuento con la ciguapa como protagonista.
DE LA CIGUAPA, adoro el misterio de su origen. Me enternece su soledad y la grandeza compasiva de morir anegada en lágrimas por una sensibilidad tan, pero tan femenina, que me obliga a pensar en el siglo que vendrá y la aceptación de las cualidades contradictorias, pero propias de cada ser.
TERMINÉ entendiendo a la ciguapa como una presencia dialéctica donde las cualidades contrarias se complementan (Yin y Yan).
ESOS PIES que simbolizan la tierra, nuestra raíz, el asentamiento y la firmeza, al ser diferentes, nos llevan al misterio, la magia y la imaginación poética.
LA CABELLERA INMENSA es el desbordamiento mental, en su infinita capacidad de asociación y de aprendizaje.
LA DESNUDEZ es la inocencia absoluta en armonía con la naturaleza.
CREO como el Dr. Manuel Mora Serrano, que las ciguapas existen... aunque más no sea que en el alma de quien las evoca. Asumo como él, que "son buenas, ingénuas y amistosas· (Goeíza, p. 123).
LAS CIGUAPAS viven en el corazón del campesino dominicano a pesar del progreso que las extingue en la tala de los árboles.
AUNQUE la civilización las arrincone con sus pies volteados en el último monte de nuestras tradiciones, las ciguapas viven y vivirán.
viernes, 29 de agosto de 2008
LAS CIGUAPAS DE LEIBI NG
Por Manuel Mora Serrano, autor de GOEÍZA, novela ganadora del Premio Siboney, primera en utilizar a las ciguapas como protagonistas.
LEIBI NG ha dirigido mucha de su pasión de narradora a iluminar para el deleite de los jóvenes del país, la leyenda de ese fabuloso personaje de nuestras tradiciones, la bella y arisca ciguapa montaraz, oriunda de los bosques de las montañas quisqueyanas.
LOS CUENTOS van, desde una niña que ha oído los relatos míticos y que, por tener sangre de ciguapa ama la libertad y sueña con sus ancestros (El Sueño de Mecho), pasando por un joven estudiante que tiene una aventura que a nadie puede revelar (Excursionista), por la vivencia de unos campesinos con un raro ser (El Extraño del Cafetal); por la historia de una madre y su hija que encuentra a una ciguapa accidentada y las cosas que sucedieron con ella (La Ciguapa Caída) hasta culminar con una explicación sobre el misterio ciguapil con "De Cómo a las Ciguapas se le Voltearon los Pies".
ESTOS RELATOS de Leibi Ng, como otros más suyos, revelan a una escritora sensible, abierta a emociones intensas que desea comunicar con plasticidad lírica y que más de las veces, logra.
ESTA preocupación suya por el enigmático personaje, el más emblemático de cuantos componen el corpus tradicional criollo, es legítima, de buena ley; el gran problema de abordar un tema así, es el lenguaje y ella, como la mayoría de los que hemos tratado, recurre al habla normal, sin criollismo ni localismos exagerados.
EN MIS INVESTIGACIONES de campo sobre la ciguapa antes y después del 1975, luego de publicada la "novela de las ciguapas" "Goeíza", en 1981, principalmente en la zona de la península de Samaná, oí de ciguapas crueles, de gentes que les temían, incluso, Joaquín Balaguer en Los Carpinteros, que es de 1985, las confunde con las brujas; hubo otro (que tengo en grabación) que me dijo que ellas habitaban en nidos en las copas de los árboles a la vera de los ríos, empero, mi experiencia y el resumen de todas las entrevistas y cuentos, escritos u orales es de que son tímidas y gentiles, cariñosas y deseosas de cariño.
EN CUANTO al afán sexual, que es una connotación antigua, parece tener como base la perpetuación de la especie; no podríamos por ello tildarlas de "livianas".
LA CREENCIA común es de que "no se trata de seres humanos normales" sino, como dicen los campesinos, es una "pájara" buena para el amor, pero que después persiguen al hombre que las fecunda, y éstos, como se trata de una especie de animal salvaje, temen que se les aparezca en los poblados y sienten vergüenza.
LEIBI aprecia, quizás por empatía, el lado cariñoso de las ciguapas y desde esa perspectiva las recrea, de modo que la gentil ciguapa se viste de gala en sus textos.
SÓLO FALTA que el pueblo dominicano entero la enarbole como lo que es, una bandera inocente y pura de dominicanidad.
BESTIARIO LATINOAMERICANO
Miércoles, 11 de enero de 2006
Por Alexander Prieto Osorno
Bestiario latinoamericano, (VII). El Trauco
El hombre que responde al canto de la Ciguapa está perdido. Las ciguapas poseen una belleza extraordinaria, cubren su desnudez con sus largas cabelleras, son como sirenas en medio de los campos y la manera más rápida para identificarlas es mirar a sus pies, pues los tienen al revés y dejan huellas contrarias al rumbo que llevan. Ellas embrujan a los hombres con su hermosura, sus ojos y su canto, los aman hasta la saciedad y luego los matan.
Salvo por sus pies invertidos, son mujeres de belleza perfecta. Los dominicanos testifican que se trata de una raza muy antigua que vive en la isla desde mucho antes de la llegada de los españoles. Tienen la piel morena, los ojos negros y rasgados y una agilidad y gracia de movimientos que deja embelesados a cuantos las han descubierto en las sierras. Nunca se les ha visto hablar, pero sí emitir una suerte rara de aullidos suaves y musicales, cuya sensualidad es imposible de resistir. Corren como liebres por los bosques y saltan como pájaros entre las ramas de los árboles al advertir el paso de los hombres y, a la menor ocasión, atacan con sus terribles armas de seducción.
La Ciguapa ha sido llevada a la literatura por numerosos narradores dominicanos, desde Francisco Javier Angulo (Santo Domingo, 1816-1884) con su cuento «La Ciguapa», hasta Leibi Ng (Santiago, 1954) con su libro Secreto de monte, cuentos juveniles sobre ciguapas. Son personajes míticos inseparables de la obra de Emelda Ramos (Salcedo, 1948) y del llamado «ciguapólogo por excelencia», Manuel Mora Serrano (Pimentel, 1933), quien les dedica totalmente su novela Goeíza.
Los dominicanos tienen muy viva esta leyenda y aseguran que las ciguapas son hembras extrañas, salvajes y mágicas que habitan las montañas. Algunos campesinos señalan que son pequeñas, de no más de un metro de alto, otros indican que tienen el cuerpo cubierto de vellos muy finos, otros más afirman que son altas, delgadas y de piernas largas, e incluso hay quien las describe como «una especie muy bella de pájaros emplumados». Sin embargo, coinciden en que son hermosísimas, salen de noche de sus escondites y se alimentan de aves, peces y frutas. El gran peligro que entraña la Ciguapa radica en que es rabiosamente enamoradiza y, en cuanto descubre un hombre en sus territorios, no descansa hasta cazarlo, exprimirlo y matarlo.
Al parecer, el origen del mito de las ciguapas son las leyendas aborígenes de los arahuacos antillanos, de los taínos y de los pueblos precolombinos llegados a República Dominicana. El escritor Marcio Veloz Maggiolo (Santo Domingo, 1936), en su búsqueda de las raíces de este mito, encontró una versión de la Ciguapa en Brasil, con el nombre de (la o el) «Curupí», un espíritu de la selva amazónica que tiene los pies al revés, que fue descrito por un misionero español del siglo XVI y que bien puede ser el ancestro de la ciguapa dominicana. Para ciertas tribus amazónicas, Curupí es un macho, y para otras es una hembra, pero ante todo es un pequeño mago protector de la fauna y la flora que recorre la manigua para castigar a los hombres que molestan e indignan a los espíritus de la selva. Veloz Maggiolo halló también en Paraguay a un ser de pies invertidos, llamado Curupa, que es referido por los guaraníes como un enano de enorme y largo falo, con el cual enreda y atrapa a las mujeres para poseerlas sexualmente y subyugarlas.
La tradición oral dominicana dice que existe una forma secreta de atrapar una Ciguapa y esta es perseguirla, en noches de luna llena, con un perro de manchas blancas y negras, pero que sea cinqueño; es decir, que tenga cinco dedos en cada pata. Y el mito reza que la Ciguapa no resistirá el cautiverio y que morirá de pena a las pocas horas sin emitir ningún quejido. Pero que se sepa, hasta hoy nadie ha tenido la suerte de conseguir un perro cinqueño para salir a cazar ciguapas, y menos aún, ha visto morir de pena a una Ciguapa en cautiverio. Por eso no se atreva usted a caminar por los montes buscando perros cinqueños o ciguapas, porque lo más probable es que termine como presa de una de ellas, que lo seducirá con su canto, sus ojos y su desnudez tentadores, y le dará un placer tremendo y doloroso antes de matarlo.
Buzón de Rinconete
http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/anteriores/enero_06/11012006_02.htm
CIGUAPAS JUVENILES DE LEIBI NG. Escrito por Sonia Rosa con mi gratitud en la eternidad
SONIA, SONIA ROSA, un nombre formado por pétalos de singular color, aromados... Sonia de Puerto Rico, Sonia de Virginia, Sonia madre, Sonia amiga... Me quiere y pienso que no la merezco. Sin conocerme, aceptó mis ciguapas y el ciguapo, porque olían a tierra antillana, a indios cruzando en canoas, a mabí, cazabe y bejucos. Sonia, hermana, reconstruyo esta página para ti. Con todo el amor de las Antillas, Dios te bendice y yo oro por ti. LEIBI
SONIA ROSA ESCRIBIÓ EN SU WEB:
Entre las voces jóvenes que retoman el mito de las ciguapas ylo transforman en algo nuevo y refrescante se encuentra Leibi Ng. La autora de descendencia cantonesa-dominicana, desarro-lló sus nuevas ciguapas mientras participaba como escritora y editora en el Círculo Dominicano de Escritores para niños y jóvenes. Previo a esta destacada participación ya Ng descollaba en el mundo literario de las revistas dominicanas participando en la revista Tobogán y publicando varios libros infantiles. Este grupo tomó como tema a las legendarias ciguapas y publicó un libro titulado Huellas de la leyenda. Dice sobre este proyecto colectivo Leibi Ng:
¿Por qué elegimos las ciguapas como tema? Por que la reconocimos como la auténtica leyenda dominicana. Algo digno de ser difundido y asumimos el mandato del Dr. Manuel Mora Serrano de quererla y difundir su existencia con disciplina. A partir de este momento (1993) cada integrante del grupo empezó a trabajar(1994) el tema con visón personal. Al cabo de cierto tiempo, cada quien debía entregar un cuento con la ciguapa como protagonista. En honor a la verdad, no es que yo alucinara con la ciguapa. Simplemente mientas todos los miembros del grupo entregaban su cuento a su ritmo y voluntad, yo seguía escribiendo mientras buscaba uno que me quedara mejor que el otro. Leibi Ng.
Secreto de monte: cuentos juveniles sobre Ciguapas es el título que Ng le dio a su colección de siete cuentos. Su obra fue ilustrada exquisitamente por Manuel Emilio González y prologada por Manuel Mora Serrano el conocido autor de Goeíza. Leibi Ng a pesar de ser conocedora de los círculos literarios optó por hacer lo que un grupo de autores rebeldes y de avanzada han hecho con la llegada de la Internet. Con la sensibilidad que solo un artista puede comprender, se han olvidado de sus ganancias materiales y han publicado sus obras gratuitamente en la Internet. Mucha de estas obras literarias son una sencilla y directa presentación del texto en línea pero este no es el caso de Ng. Esta no es una simple página de Internet, es un libro en línea con formato de libro y con excelentes ilustraciones, y hasta con una versión para ciegos. Dice en su prólogo de la obra Manuel Serrano Mora:
Leibi Ng ha dirigido mucha de su pasión de narradora a iluminar para el deleite de las y los jóvenes del país, la leyenda de este fabuloso personaje de nuestras tradiciones, la bella y arisca ciguapa montaraz, oriunda de los bosques de las montañas quisqueyanas. Libros infantiles. Secreto de monte: cuentos juveniles sobre Ciguapas . Manuel Serrano Mora 3
En sus siete cuentos recorre el misticismo que rodea a las ciguapas. Ng le busca repuesta al porqué de los pies invertidos, la mezcla racial de ciguapa y humano, el miedo de los campesinos al encuentro nocturno con estas criaturas mágicas, la historia de una ciguapa herida o accidentada, el secreto en torno a un encuentro de un excursionista y una ciguapa y las travesuras de las ciguapas. Estos son cuentos de fácil y amena lectura de unas dos a tres páginas de extensión.
A través de estos relatos Ng construye el arquetipo de la ciguapa que habitaba en la republica Dominicana a finales del siglo XX. No hacen falta complicadas explicaciones, en metamorfosis de palabras surgen estas nuevas ciguapas ante la imaginación del joven lector. Leibi Ng nos describe en cada cuento las peculiaridades que las distinguen del resto de la población, pintando efectivamente para el lector cada detalle de estas mujeres míticas.
¿De dónde surgió esta leyenda?
Tenemos que preguntarnos ¿de dónde surgió esta leyenda? Algunos piensan que la leyenda es previa a la conquista, y otros aseveran con certeza que la leyenda tiene cadencias africanas. No sabemos a ciencia cierta, pero hemos podido descubrir similitudes entre la leyenda de las Ciguapas (Cuba y República Dominicana) las curupías o cururupia (Brasil), los dounes (Trinidad), las Caipora (Brasil) y la ciguanaba (Honduras, El Salvador y Nicaragua.).
Los nativos del entorno brasileño del continente sudamericano guardan la leyenda de una criatura protectora de los bosques de piel velluda, cabellos largos y pies invertidos, que responde al nombre de cururupia, curupía o Caipora. Esta es una criatura peligrosa que castiga a aquellos que dañan el bosque y la naturaleza en general. Nótese que al igual que la ciaguapa dominicana la caipora vive en los bosques y comparte la crucial carácter 1atica de los pies invertidos. Es una devoradora de hombres , la buena y l amala mujer arquetípica. Ya que hace el bien al proteger a los bosques y castiga a los hombres que literalmente son devorados por ellas y por la selva.
Los habitantes de la isla de Trinidad han unido esta leyenda a un tabú católico. Los douen son niños que no han recibido el sacramento del bautismo al momento de su muerte y como castigo se le invierten los pies, quizás como una señal que los distinguen de los niños bautizados. Muchos otros mitos amerindios han sido modificados o adaptados ante la ola catolizadora que acompañó a la conquista.
Un mito similar existe en El Salvador y Honduras donde a una india misteriosa que seduce sexualmente a los hombres se les llama ciguanaba. Una compañera salvadoreña me narró como a su padre se le había aparecido esta misteriosa y seductora india que siempre se encuentra cerca de los rios , charcos ocuerpo s de agua. En los campos de El Salvador le dicen la “Tomátuteta” porque la mujer le ofrece sus senos a los hombres para convencerlos de un rápido ‘affair sexual” en el bosque del que nadie sale vivo para contarlo. Solo aquellos con la fuerza de voluntad para resistir la tentación escapan con su vida para contar la aventura a otros hombres.
Las ciguapas dominicanas
Especulamos que las ciguapas fueron esas hermosas taínas que se ocultaron en las montañas y que con el pasar de los siglos se convirtieron en el símbolo de la astucia y de la supervivencia taina. Probablemente fueron un grupo de mujeres que lograron huir de la carnicería por encontrarse en las afueras de sus aldeas trabajando en los conucos en el momento de la llegada de las aniquiladoras tropas españolas. Durante la conquista mucha de la amalgamación genética ocurrió en un principio, en la mezcla de español y taína, siendo estas mujeres desnudas y hermosas una tentación imposible de resistir para los europeos medievales. Los hombres tainos fueron esclavizados, mientras algunas de las mujeres se convertían en las concubinas de los españoles, especialmente si eran de la jerarquía cacical. Esa supervivencia viene unida a una mitificación que las transforma en diferentes (los pies torcidos) y la infertilidad que las hace recurrir a aparearse con los meros humanos habitantes de la República Dominicana. Ese proceso reproductivo ciguapa-dominicano mantiene viva la genética taína en la sangre del hombre dominicano.
Creemos que las ciguapas dominicanas de Leibi Ng son en su carácter diferente a estas otras criaturas. Queremos plantear una nueva teoría sobre la existencia de la leyenda de las ciguapas unida a la leyenda oral de la supervivencia taína, bien conocida en todas las islas del Caribe. Esta leyenda es simple, tan simple que los eruditos han negado su posible veracidad por más de quinientos años. La leyenda de la supervivencia taína menciona cuevas, montañas escondidas, comunidades alejadas que le permitieron mantener la pureza de su raza a los supervivientes de la matanza y el espantoso genocidio taíno. Ocultar la verdad sobre su identidad, o simplemente desaparecer en aquellos bosques tropicales que tanto ellos respetaban y que tan bien conocían fue la única opción factible para ellos. Hoy lo llamaríamos invisibilidad cultural producto de una limpieza étnica.
Las ciguapas: criaturas míticas del entorno caribeño
Criaturas míticas de diversas tribus amerindias de Norte y Sur América
Leibi Ng autora de descendencia cantonesa-dominicana.
Pueden leer la colección de cuentos de Leibi Ng titulada Secreto de Monte en:
http://www.manuel123.8m.com/pdf/index.htm
Tabla 1:
Característicasb de las ciguapas de Leibi Ng1. Son extraordinariamente fuertes, hasta el punto de poder vencer a un hombre enfurecido.
2. Las ciguapas son realmente hermosas.
3. Las ciguapas casi no pesan.
4. Tienen la piel India como la de los taínos.
5. Las ciguapas son inteligentes, curiosas y vivaces.
6. En el mundo de las ciguapas nadie va a la escuela.
7. A pesar de ser criaturas salvajes, la sensibilidad y la hermosura las acompañan siempre.
8. Son de proporciones armoniosas y delicadas
9. En lugar de vestidos su cabellera les cubre cual sedoso manto.
10. Dientes parejos, perfectos
11. Lanzan jupidos o gritos de ciguapas
12. Tienen “ manos largas, casi doradas, reflejando el sol que descendía por sus unas largas”
13. Su piel es” lustrosa como de agua limpia” y tienen “reflejos de misterio”
14. Dan grandes saltos y salen a bañarse en las charcas montañosas en los rayos de luna.
15. El canto de las Ciguapas hace que los hombres y mujeres que lo escuchan en el silencio del monte queden llenos de amor.
16. Cuando una ciguapa se extravía sus hermanos y hermanas la llaman sin cesar en las noches de luna.
17. Las Ciguapas tienen un olfato bien desarrollado con el que pueden percibirse mutuamente.
18. Sufre la pena de los enamorados hasta ahogarse en su propio llanto.
19. Solo algunas personas tienen la capacidad de ver a las ciguapas
20. Se lavan los pies con polvo dorado.
21. Le gusta la sal y se la roban a los humanos.
22. Son amigas de los animales domésticos y trenzan las colas de ellos.
23. Cuando las ciguapas se van a casar salen en las noches de luna a cantar su ultima velada de independencia.
24. Cuidan los bosques de la gente dañina.
Conclusión
¿Por qué existe esta necesidad de idealizar a un grupo denominado por la cultura dominante como salvajes e inferiores?Es la voz psicológica deeste pueblo, que trata de descifrar su lugar, uniendo a la leyenda aquello que dijeron los conquistadores sobre indios mansos y hermosas mujeres desnudas, que excitó la imaginación del más devoto de aquellos puritanos medievales participantes de la Conquista de América. En una cultura machista como la que existe en todo Centro y SurAmérica, la que predomina en la República Dominicana, resulta paradójico el ver en las ciguapas, lavoz de un inconsciente colectivo que convierte en leyenda a un grupo de mujeres en control de su propio destino. Las ciguapasguardan un misterio, un lado oscuro, aunque también están en total control de su fertilidad, buscando abiertamente a los humanos para procrearse. Por otro lado, en esta leyenda podemos ver el producto de la unión, un sincretismo entre varios mitos y leyendas orales del Caribe. Podemos ver trazos del mito de Guahayona y las mujeres abandonadas en Maitininó. Las ciguapas se nos antojan como una mezcla de las fatales sirenas devoradoras de hombres y las elusivas y nunca encontradas Amazonas que Cristóbal Colón buscó desesperadamente desde su primer viaje.
Los bien logrados cuentos de Leibi Ng comprueban la circularidad y vitalidad del mito. Los mitos y leyendas nunca permanecen estáticos, ni se presentan como lineares, son dinámicos, aunque siempre aluden a aquella narrativa oral de sus comienzos. Esas leyendas orales en un viaje circular se van transformando en una nueva raza de mitos, leyendas y cuentos capaces de alimentar la imaginación de nuevas generaciones. Utilizando la terminología acuñada por Roberto Fernández–Valledor calificamos el esfuerzo de Leibi Ng y de otros jóvenes autores dominicanos, que se dedican en cuerpo y alma a rescatar el pasado taino, sin juicios críticos ni denuncias políticas, como una manifestación de arqueología literaria, arqueología aborígen.